

Desde luego las decoraciones damasquinadas con hilos de plata necesitan un fondo oscuro para que resalten con toda su intensidad. Los montebernorio gustaban mucho del tricolor bronce y plata sobre fondo oscuro. Las combinaciones cromáticas son habituales en vainas, empuñaduras, tahalíes, e incluso en algunas hojas de espada o lanza. Pero lo cierto es que muchas de las piezas acabadas en magnetita no llevan aplicaciones de otros metales. Es decir son monocromas, aunque pueden llevar decoración labrada en relieve. Pensamos que hay una intención de hacer al conjuno de la panoplia armónicamente acabada con el mismo color oscuro. Así lo vemos en La Hoya, donde varios significativos depósitos, muy bien conservados, muestran el caracterísitico acabado de magnetita; por ejemplo, la panoplia Lhy 270, de tipo montebernorio: la vaina del puñal, su empuñadura (pomo y guarda), más el tahalí de suspensión, llevan doble recubrimiento bronce-magnetita (DCH), y aplicaciones sobrepuestas y damasqinadas de bronce; la hoja del puñal, junto al umbo (con sus clavos y abrazaderas) y dos lanzas que le acompañan, van provistos de recubrimientos simples de magnetita monócroma. Quizá debamos imaginar las superficies bruñidas hasta un llamativo gris azulado con brillos metálicos. Las fotos corresponden a la vaina de puñal 155.8 de la necrópolis de La Hoya, un magnífico ejemplo de la calidad técnica y artesanal del damasquinado prerromano bajo una abigarrada propuesta horror vacui . Aprovechamos la ocasión para expresar nuestro sincero agradecimiento a D. Armando Llanos, director de los trabajos arqueológicos en el Poblado y Necrópolis de La Hoya, por su apoyo en todo momento y su consentimiento para hacer públicos estos estudios.